martes, 29 de octubre de 2013

LA TOLERANCIA COMO PRINCIPIO DE CONVIVENCIA SOCIAL Y FAMILIAR

La Tolerancia Como Principio.

       La definición básica de este principio, la da muy bien la Real Academia Española y la define como el "respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias", pero lamentablemente durante mucho tiempo en la humanidad, han existido rivalidades y guerras por no aceptar las ideas y creencias ajenas, sean por religión, política, raza, etc., pero lo más triste es observar que este comportamiento se inicia en el seno de las familias donde padres, hermanos e hijos se ubican en la posición de juzgar, dictar sentencia entre ellos mismos y celebrar a veces, la formación de bandos contrarios, cuando más bien la unión familiar debería ser el norte para fortalecer al individuo y por ende, a la familia y a la sociedad.

       Para muchos sociólogos y psicólogos, la tolerancia es un principio vital para el desarrollo de las naciones porque permite que todos los seres humanos vivamos de una manera integrada, sin exclusiones o discriminaciones que impidan el normal desarrollo de los distintos procesos de la sociedad, canalizando la apertura de ideas con mayor posibilidad de modernización, menor posibilidad de conflicto y con mayor cantidad de oportunidades para todos.

       Pero como ya he mencionado, la  iniciación educativa del Principio de Tolerancia se debe dar en casa, en el medio familiar donde el niño perciba que lo aceptan incondicionalmente y donde pueda sentir confianza y seguridad, explorando las diferencias que hay dentro de su entorno doméstico infantil y que en un futuro le permitirá desenvolverse, compartiendo con personas distintas a él, en múltiples aspectos y situaciones de su vida, durante su adolescencia y adultez sin experimentar conflictos con las diferencias personales que tenga con otros que le rodean.

       Es por ello, que el comportamiento de los padres es tan importante, siendo el parámetro de referencia en el comportamiento del niño y futuro adulto: si sus padres son comprensivos él lo será, si son autoritarios y no aceptan, se producirá la tan temida intolerancia.
       Sin embargo, es necesario ampliar el rango de acción de promoción de la Tolerancia en los diferentes niveles sociales e instituciones, como por ejemplo en las escuelas, donde se debe trasmitir lo equitativo en los diferentes aspectos: sociales, políticos, religiosos, sexuales, etc., donde el niño pueda palpar con facilidad la igualdad de oportunidades para todos y una coherencia general entre los diversos aspectos, si no el infante percibirá, una contradicción entre los diferentes ambientes y no desarrollará su tolerancia.
       Para que desarrollemos una sociedad tolerante, necesitamos un marco legal y político que la promueva y proteja y es aquí donde cada nación o estado debe hacerse cargo del cumplimiento efectivo y eficiente de este principio en su respectiva sociedad, a través de leyes o normativas, que para tal fin disponga.
       Las personas que no tienen tolerancia o que la han perdido en el transcurso de su vida, ven al mundo dividido en buenos y malos, de manera rígida, son incapaces de escuchar las opiniones de los demás y de sostener una conversación o debate sin ser negativo e incluso agresivo en sus comentarios y a la necesidad de hacer callar reprimiendo al otro.
       Sin embargo, los especialistas sugieren, que incluso hay adultos que aun pueden ser educados en el valor de la tolerancia y se ha visto como poblaciones totalmente intolerantes aprendieron a incorporar este valor en su sociedad para superarse tal como ocurrió en Sudáfrica.

       Lo importante de esta reflexión es, que podemos hacer cada uno de nosotros desde nuestra trinchera para dar un aporte a nuestra sociedad, aun cuando muchas veces se promueve el doble discurso de "No discriminación" e igual se discriminan y apartan a los seres humanos por tener creencias distintas, de cualquier tipo  o aspecto........... Es hora de ser realmente humanos y también de respetar a quienes piensan diferente.

       Podemos mantener nuestra forma de pensar sin apartar de nuestra mente, que todos tenemos derechos y deberes como ciudadanos y así debemos inculcarlo a nuestros hijos. Jamás debemos olvidar, que por la Discriminación y falta de Tolerancia, tuvimos una de las peores guerras en la historia de la humanidad, como lo fue la Segunda Guerra Mundial, donde le lección final, es que: El que se vuelve intolerante y discrimina, considerándose superior en sus ideas, raza, religión  y creencias, a la larga termina convirtiéndose en  Verdugo y Tirano.

2 comentarios:

  1. Siempre lo he dicho q la educacion entra por ksa, el como educar a nuestros hijos inculcando el respeto hacia los demas. Pues siempre es facil culpar a ls demas y no mirar correctamente d donde viene el problema... Nada como el amor d padres para saber educar a nuestros hijos y enseñar q todos somos iguales y tenemos el mismo valor pues ya q todos somos hijos d Dios!!! Y de alli el mejor futuro para todos.

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    1. La respuesta a todos nuestros problemas es la educación familiar, especialmente de valores y principios. La discriminación en cualquier área, es fuente de contrariedad, violencia, muy malas relaciones familiares y sociales en general y una gran cantidad de prejuicios en la mente de los seres humanos, que obstaculizan su desarrollo de forma pacifica como personas productivas de una familia, de una sociedad y del mundo en general.

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